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Arquitectos: Stan Allen Architect
- Área: 230 m²
- Año: 2008
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Fotografías:Marvin Dungao
Descripción enviada por el equipo del proyecto. The Chosen Children Village Foundation es una organización sin fines de lucro dedicada a la creación de un ambiente familiar para niños con discapacidades físicas y mentales. La Fundación se acercó a nosotros para diseñar una capilla para su comunidad que sea edificable con un presupuesto ajustado, que responda a las condiciones climáticas extremas de la isla, y que se integre con el paisaje tropical que lo rodea.
La capilla marca la entrada al campus de la Fundación. Tenía que ser a la vez abierta y accesible, y capaz de cerrarse por seguridad. Nuestra respuesta es un simple pabellón creado a partir de una sola línea que se pliega sobre sí misma en la planta. Las paredes se doblan y pliegan cuando envuelven el espacio común; esto no sólo da la medida al interior, creando una sensación de expansión en un sitio restringido, sino que también da a la estructura una capacidad de resistencia lateral intrínseca. El vocabulario deriva de la plasticidad inherente del hormigón hecho en el lugar. En la profunidad de los muros, los pilares muy próximos entre sí se desplazan en la planta para abrir espacio en el espesor de la pared. Estos vacíos se rellenan con un panel de hormigón de doble-inglete para que la luz indirecta puede entrar. En el exterior, estos elementos estructurales crean un ritmo contrapunto de columnas y triforios, mientras que dentro del gran espacio de 7 metros, las sombras juegan contra fragmentos del cielo más allá.
La Capilla CCV es un edificio elemental: una simple caja cubierta, hecha de un solo material, y poroso para el clima. El edificio no dispone de climatización ni vidrios; el pavimento de piedras al azar (típico de los espacios públicos urbanos), se utiliza continuamente desde el exterior hasta el interior. Cuando llueve, el agua entra y se drena por el suelo. Cuando las grandes puertas como pantallas pivotantes están abiertas todo el sitio se unifica, integrando la pequeña plaza del frente y el gran árbol de Acacia que se conservó durante la construcción. Se crea un espacio tranquilo y concentrado para el culto al mismo tiempo que el edificio tiene una acogedora presencia pública.